Ingredientes (para 6 personas)
5 huevos
150 gr. de azúcar (más 2 cucharadas que se añadirán al café).
500 gr. de queso mascarpone
400 gr. de bizcochos de soletilla
175 ml. de café
cacao en polvo para espolvorear.
En cualquier caso, la versión más aceptada de la historia del tiramisú coloca su nacimiento en el siglo XVII.
El dulce, se dice, nació en Siena.
Fue con motivo de una visita del entonces Gran Duque de Toscana, Cosimo III de Medici. Vanidoso, derrochador y amante del lujo, el histórico personaje, al parecer, era bastante codicioso y "se enamoró" de la nueva especialidad. En su honor, fue bautizada "sopa del duque".
Así fue como la "sopa del duque" se hizo famosa, hasta más allá de los confines del Gran Ducado hasta llegar a Venecia.
La leyenda continúa con que dicho postre se convierte en el favorito de cortesanos, por las propiedades excitantes y afrodisiacas que se le atribuyen.
Por ese motivo, se extendió la costumbre de consumir abundantes cantidades antes de cada encuentro amoroso.
En ese momento, la "sopa del duque" fue renombrada y se empezó a llamar de forma tan sugerente como "TIRAMISÚ", traducción literal de "LEVÁNTAME".
Preparación
Como primer paso, hacer el café, añadir las 2 cucharadas de azúcar y ponerlo en un bol. Dejarlo enfriar.
Separar las claras y las yemas de los huevos. Con una batidora eléctrica, batir las yemas con el azúcar hasta que tenga una consistencia espumosa. Añadir poco a poco el queso mascarpone y seguir batiendo.
Montar en un recipiente las claras a punto de nieve (con el utensilio de varas metálicas) y añadirlas a la crema de mascarpone, mezclando suavemente de abajo hacia arriba, para no desmontar la crema.
En el molde que queramos (normalmente se utiliza uno rectangular), ponemos una capa de bizcochos de soletilla que bañaremos previamente en el café (con cuidado de que no se rompan). Así cubrimos la primera capa.
Los cubrimos con una capa de la crema de mascarpone bien extendida por la totalidad de los bizcochos.
Ponemos otra capa de los bizcochos mojados en café. Y finalizamos con la crema de mascarpone, espolvoreada por encima con el cacao.
Meter en la nevera durante unas 3 horas para que quede consistente.
5 huevos
150 gr. de azúcar (más 2 cucharadas que se añadirán al café).
500 gr. de queso mascarpone
400 gr. de bizcochos de soletilla
175 ml. de café
cacao en polvo para espolvorear.
En cualquier caso, la versión más aceptada de la historia del tiramisú coloca su nacimiento en el siglo XVII.
El dulce, se dice, nació en Siena.
Fue con motivo de una visita del entonces Gran Duque de Toscana, Cosimo III de Medici. Vanidoso, derrochador y amante del lujo, el histórico personaje, al parecer, era bastante codicioso y "se enamoró" de la nueva especialidad. En su honor, fue bautizada "sopa del duque".
Así fue como la "sopa del duque" se hizo famosa, hasta más allá de los confines del Gran Ducado hasta llegar a Venecia.
La leyenda continúa con que dicho postre se convierte en el favorito de cortesanos, por las propiedades excitantes y afrodisiacas que se le atribuyen.
Por ese motivo, se extendió la costumbre de consumir abundantes cantidades antes de cada encuentro amoroso.
En ese momento, la "sopa del duque" fue renombrada y se empezó a llamar de forma tan sugerente como "TIRAMISÚ", traducción literal de "LEVÁNTAME".
Preparación
Como primer paso, hacer el café, añadir las 2 cucharadas de azúcar y ponerlo en un bol. Dejarlo enfriar.
Separar las claras y las yemas de los huevos. Con una batidora eléctrica, batir las yemas con el azúcar hasta que tenga una consistencia espumosa. Añadir poco a poco el queso mascarpone y seguir batiendo.
Montar en un recipiente las claras a punto de nieve (con el utensilio de varas metálicas) y añadirlas a la crema de mascarpone, mezclando suavemente de abajo hacia arriba, para no desmontar la crema.
En el molde que queramos (normalmente se utiliza uno rectangular), ponemos una capa de bizcochos de soletilla que bañaremos previamente en el café (con cuidado de que no se rompan). Así cubrimos la primera capa.
Los cubrimos con una capa de la crema de mascarpone bien extendida por la totalidad de los bizcochos.
Ponemos otra capa de los bizcochos mojados en café. Y finalizamos con la crema de mascarpone, espolvoreada por encima con el cacao.
Meter en la nevera durante unas 3 horas para que quede consistente.
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